¡Hola! – Bom dia! – Ciao! – Hello! Algo tan simple y complejo como eso. Probablemente, se trata de una de las primeras cosas que nos enseñan desde pequeños, pero incluso de grandes algunos parecen no haber aprendido. Sin importar de dónde vengas, dónde estés, aquí o allá, siempre existirá una forma de hacerle ver a la otra persona que notas su presencia y la respetas. Por este motivo es que, cada 21 de noviembre, se celebra el Día mundial del saludo.
Tal vez en algunos países esta iniciativa todavía no cobra mucho protagonismo, así como sucede en el Perú. Sin embargo, las redes sociales hacen lo suyo y cada vez son más las personas que lo celebran.
No cabe dudas de que una fecha como esta, por todo el significado que engloba, merece mucho más reconocimiento del que tiene hoy en día. Solo basta con detenernos un momento y pensar en lo importante que es, que ha sido y que será siempre.
¿Cómo se originó el Día mundial del saludo?
Esta fecha se empezó a celebrar desde 1973, gracias a dos hermanos estadounidenses: Michael y Brian McCormak, quienes decidieron crear el “World Hello Day” para recordarle al mundo lo importante que es esta forma de comunicación interpersonal, que también muestra buenos modales.
Para los hermanos McCormak, el objetivo de este día era lograr que, como mínimo, cada persona salude a 10 amigos, conocidos y también desconocidos durante la jornada. Pero ¿qué iban a ganar ellos con esto? Probablemente nada más que la satisfacción de ver a personas emocionadas celebrando un día que requiere de una acción tan simple, pero capaz de aportar a la incansable búsqueda por conseguir la paz mundial. ¿Poco? No lo creo.
El saludo en diferentes partes del mundo
Existen tantos tipos de saludos como de culturas. Podríamos hacer una distinción del saludo según el hemisferio, el continente, el país e incluso podríamos encontrar diferencias entre distintas comunidades: sea un saludo oral, gestual o corporal, pero nunca terminaríamos. Algunas de las formas más conocidas (o tal vez no) de saludar son las siguientes:
En América:
Si hablamos de latinoamérica, los saludos pueden ser a distancia, de forma oral o con un apretón de manos y esto no causaría ningún problema o incomodidad. Pero si hablamos de otro nivel de proximidad, como es el caso de las palmadas en la espalda, los abrazos o los besos, es importante diferenciar los saludos en cada país.
Por ejemplo, en Perú, Chile y Colombia, se acostumbra saludar con un beso entre mujeres, entre hombres y mujeres, pero nunca entre hombres. Por el contrario, en Argentina y Brasil, sí se dan besos incluso entre hombres, aunque esto varía según el contexto en el que se sitúen: personal o profesional. En otros países como Venezuela y Ecuador, el saludo con beso se realiza, mayormente, entre amigos, familiares y personas de mucha confianza. Para todos los demás basta con un apretón de manos.
En norteamérica la situación también es muy parecida, puesto que desde un principio se ha priorizado el apretón de manos entre amigos y colegas, mientras que el beso solo sucede en un ambiente de extrema confianza. Claro que cada vez es más común ver a jóvenes saludar con un beso, algo que no ocurría años atrás.
En Europa:
En el contienente europeo existen también diferentes tipos de saludos: el Hallo de Alemania, el How’s it going? de los británicos, el Bonjour o Salut de Francia, entre otros. Pero si hablamos del contacto físico, se debe tener en cuenta que, en países como Alemania, esto no sucede mucho (al menos no entre la población mayor). En Italia y Francia, por ejemplo, el saludo a familiares y amigos suele ser con dos besos de derecha a izquierda, lo mismo sucede en España.
En Asia:
El continente asiático tiene las formas más variadas de saludos, desde tocar los pies de los ancianos en la India, hasta aplaudir, ponerse de cunclillas e incluso sacar la lengua en el Tibet para asegurarle a la persona que los saluda que no son la reencarnación de un antiguo rey maldito. También están las reverencias, en Filipinas, para saludar a los mayores, mientras sostienes una de sus manos y la acercas a ti para que sus nudillos topen tu frente; las inclinaciones entre japoneses, que tienen distintos significados según el ángulo del cuerpo; y las reverencias en Tailandia.
En África y Oceanía:
En el continente africano, está el famoso apretón de pulgares de quienes viven en el norte de Zambia, entre otras costumbres. Algo muy distinto sucede en un pueblo de Nueva Zelanda, en Oceanía, ya que el saludo consiste en juntar las narices e inhalar la respiración del otro.
Son muchos los países y, como podemos ver, cada uno tiene sus peculiaridades al momento de expresar algo tan importante como el saludo. No obstante, la mayoría de estos saludos, debido al contacto físico que implican, quedarán en el baúl de los recuerdos para ser rescatados cuando la pandemia mundial del covid 19 llegue a su fin.
El saludo en tiempos de covid19
La situación de emergencia sanitaria en la que vivimos nos ha obligado a adaptarnos en todo sentido. Obviamente, algo como el saludo, también tenía que evolucionar para sobrevivir en esta nueva realidad.
En días como estos, el saludo debería limitarse a una expresión oral tan simple o tan significativa como un «Hola» o un “Buenos días”. Sin embargo, después de algunos meses de confinamiento, llega a ser válido chocar los pies, las caderas y los codos… Sin perder la esperanza de volver a abrazarnos, como antes, con nuestros seres queridos y poder darle una revancha al Día mundial del saludo.